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La guía definitiva para reciclar en casa


Adoptar nuevos hábitos como separar los residuos y reciclar en casa puede parecernos complicado al principio. Durante años nuestro vínculo con el consumo y la basura que producimos estuvo regido por la falta de consciencia y el desentendimiento respecto de lo que pasa después con esa basura. Es que al no ser reciclados y tratados correctamente, todos los residuos, entre ellos los más problemáticos, los plásticos, terminan enterrados en rellenos sanitarios, contaminando los recursos naturales del planeta.


La buena noticia es que si entraste en este artículo estás dando el primer paso para sumarte a la separación en origen de los residuos, que es el paso previo al reciclaje, y consiste en entender dónde disponer cada material al que erróneamente llamamos basura. Para esto, es necesario saber que casi la mitad de los residuos que tiramos al tacho de nuestra casa son reciclables.


Empecemos por lo básico: la bolsa verde


Como ya dijimos, al tirar todos los residuos en la misma bolsa se hace difícil, por no decir imposible, que los municipios y cooperativas encargados de gestionar la recolección de basura puedan hacer una separación efectiva para reciclar los materiales que correspondan. Por esta razón, muchas ciudades, como La Plata, cuentan con una recolección diferenciada de residuos. Por un lado, un camión junta los residuos orgánicos y no reciclables, los de la "bolsa negra", mientras que otro recolecta los residuos secos reciclables, la "bolsa verde".


Para que este sistema funcione, es necesario que los ciudadanos dispongan sus residuos correctamente. Entonces, ¿qué se puede poner en la bolsa verde? En principio, todos los plásticos, papeles, cartones, vidrios, metales y telas, que tienen que estar limpios y secos.


Así, por ejemplo, una caja de pizza que está sucia o húmeda y es imposible de limpiar, no va en la bolsa verde aunque sea de cartón. Con respecto a los vidrios, tenés que asegurarte de que no estén rotos, para no poner en peligro a los recuperadores urbanos que tienen que manipular estos residuos.


En cuanto a los plásticos, antes de ponerlos en la bolsa verde debés corroborar que el envase cuente con el símbolo que indica que puede ser reciclado. Los plásticos reciclables son los que tienen el símbolo de reciclaje del número 1 al 6. Estos números indican el tipo de plástico del que está compuesto el envase o producto.



El único que no puede ser reciclado es el número 7, que entra en la categoría de "otros" o "mezclas", ya que es imposible saber con exactitud su composición y, por lo tanto, no tenés que poner en la bolsa verde, ya que no será reciclado. Puede ocurrir que alguna cooperativa de tu ciudad consiga un vendedor para ese tipo de plástico, por lo que te recomendamos que lo consultes directamente con ellos. Al menos en La Plata, ese no es el caso.


Ahora que tenés tus residuos reciclables limpios y secos en la bolsa verde, podés consultar los horarios de recolección diferenciada de tu ciudad o, si estás en La Plata, consultar los puntos de acopio del municipio y de la cooperativa de Recicladores Unidos de La Plata, Berisso y Ensenada.


Ecobotellas o Botellas de Amor


En Argentina existen dos alternativas posibles para evitar tirar a la basura todos aquellos plásticos que no podemos poner en la bolsa verde: los ecoladrillos, utilizados para la construcción, y las ecobotellas o Botellas de Amor. Desde Ecoinfo sugerimos esta última opción porque cuentan con puntos de acopio en todo el país y sabemos con certeza que esos residuos son reciclados para construir madera plástica.


Botella de Amor es una ONG que se encarga de promover el reciclaje de plásticos de un solo uso, con un equipo de voluntarios en distintos puntos del país que se encargan de recibir botellas llenas de plásticos que luego la empresa 4e utiliza para producir madera plástica. A su vez, esta empresa devuelve parte de esa producción en forma de donaciones como bancos, mesas y parques infantiles hechos con esa madera.


Hacer una ecobotella es sencillo. Solo necesitás una botella de plástico vacía de cualquier tamaño. Puede ser de una gaseosa, un bidón o incluso la de aceite. Ahí dentro vas a ir poniendo los plásticos que son de categoría 7, como también todos aquellos plásticos que no tienen ningún símbolo de reciclaje: los "envoltorios flexibles" que solemos encontrar en alfajores, galletitas o fideos.


Si tenés alguna duda sobre si podés poner un determinado plástico en la ecobotella, siempre podés consultar el Instagram de la fundación.



La importancia de reducir y reutilizar


Si bien el reciclaje es un hábito central para apoyar la economía circular y reducir el daño ambiental producido por la mala gestión de los residuos sólidos urbanos, debemos tener en cuenta que siempre tiene que ir acompañado de otros dos hábitos sustentables: reducir y reutilizar.


Esto es particularmente importante cuando hablamos de los plásticos de un solo uso y los de categoría 7 que, como vimos, son los más difíciles de reciclar. Mientras insistimos en la importancia de imponer mayores regulaciones a las empresas que producen estos plásticos, también podemos asumir un consumo consciente y responsable reduciendo, justamente, el consumo de esos productos.


Las formas de hacerlo son muchas, algunas más "obvias" que otras. Desde tener tu propia bolsa de tela para hacer las compras, hasta comprar el queso para rallar en vez del que viene envasado. Pero también hay alternativas ecológicas que todavía no tienen una adhesión masiva, como la copa menstrual que viene a reemplazar a los tampones y toallitas.


¿Conocés algún producto ecológico para recomendar? ¡Contanos en los comentarios!


¿Querés probar tus conocimientos sobre separación en origen de residuos? Hacé nuestro EcoQuizz:



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